En la Quinta posición se enfrentan las pinturas; "El Castigo de Coré , Datán y Abirón" también conocida como "El
Castigo de los Rebeldes" de Sandro Botticelli y "La entrega
de las llaves a San Pedro "
de Pietro Perugino, ambas pinturas son consideradas las mejores logradas y de
hecho, las más conocidas de todo el conjunto.
Antes de comenzar el comentario de cada una de ellas individualmente,
hay un detalle que es común para ambas, y es la referencia al arco de
Constantino, que en la pintura de Boticelli es el principal protagonista ya que esta dibujado en una
magnitud que abarca casi la tercera parte del Cuadro, Perughino no quiso ser
menos y lo pintó dos veces en ambos extremos de la misma.
El Arco de Constantino es un arco del triunfo que se encuentra entre el Coliseo y la
colina del Palatino, en Roma. Se irguió para
conmemorar la victoria del emperador Constantino I el Grande en la batalla del Puente Milvio, el 28 de octubre de 312.
Constantino gobernó desde el año 306, hasta
su fallecimiento en 337 pero lo más trascendental de su reinado fue que durante
el mismo, terminó con el culto estatal
pagano en Roma y decretó el fin de las persecuciones contra los cristianos. El
arco construido en su homenaje, representa su poder a través del arte.
Estampillas
relacionadas con el Arco de Constantino[1]
La presencia del Arco en ambas pinturas no solo refleja la
influencia de Constantino en la religión católica, sino que vincula lo acaecido
en el época de Moisés relatado por el Antiguo Testamento y reflejado en las pinturas
del muro Sur , con las narraciones del Nuevo Testamento reflejado en las
pinturas del muro Norte. En este caso el Arco funciona como un Puente entre
ambos acontecimientos.
El fresco de Boticelli deberá leerse de derecha a izquierda.
A la derecha Josué salva a Moisés de la furia de los rebeldes quienes enarbolan
sendas piedras con el objetivo de lapidarlo, los judíos se encontraban irritados contra Moisés por las diversas pruebas que les estaba
haciendo pasar desde su éxodo de Egipto. Ellos eran dirigidos por Coré, junto a Datan y Abiron, todos sacerdotes levitas.
Al centro Moisés alza la vara invocando a Dios, mientras que
en segundo plano Boticelli dibuja a Aarón, su hermano, con una túnica azul, balanceando su
incensario con una postura erguida y llena de dignidad, mientras que sus
rivales se tambalean y caen al suelo con sus incensarios.
A la
izquierda del fresco, los rebeldes son tragados por la tierra, mientras que los
dos hijos de Coré, que no apoyaban las acciones de su padre, aparecen flotando
en una nube, liberados del castigo divino.
Lo más
relevante del cuadro es que en el Arco de Constantino se puede leer el mensaje:
" Nadie se atribuya la honra del Sumo Sacerdocio si no ha sido
llamado por Dios, como Aarón" que indica claramente que el castigo de Dios
caerá sobre aquellos que se oponen a los líderes designados por Él, lo cual
Boticelli acentúa colocando una tiara papal sobre la cabeza de Aarón quien
representa, en este caso el predecesor del Papa.
El cuadro de Perughino, La entrega de las llaves a San Pedro, también está cargado de simbolismos y
mensajes; al fondo entre los dos arcos
de Constantino, dibuja un Templete, que hace referencia al Templo de Salomón,
(recordar que la propia capilla Sixtina, por sus dimensiones es en sí
misma una auténtica referencia al
Templo), de este modo unifica las referencias a Salomón-Constantino-El Papa,
representado por Pedro, el primer Papa, a quien Jesús entrega las llaves, haciéndolo
custodio de las puertas celestiales, acompañado del resto de los apóstoles que
se distribuyen a ambos lados de Jesús y Pedro.
Dos escenas se destacan
en segundo plano; los episodios delpago del tributo, a la
izquierda y a la derecha de la intentada lapideción de Cristo.
Pero más allá de los mensajes, la pintura está considerada
como la obra más importante realizada por
Perughino en toda su vida. El
desarrollo de la perspectiva, el
tratamiento de la vestimenta de cada uno de los personajes, sus rostros; no
solo el de los que aparecen en primer plano, sino aquellos que están en otros
planos menos detallados, los arboles del fondo, completamente identificados
como originarios de su ciudad natal Umbria y finalmente el desarrollo
arquitectónico en el cual se mueven todos los personajes hacen que esta obra provoque
un gran impacto y una originalidad indiscutible para su época.
Un último detalle común a ambas pinturas; tanto Botticelli,
como Perughino, se autorretratan entre los personajes de sus obras; en la Primera, según muchos
entendidos, Boticelli es el joven
ubicado cercano al margen derecho de la pintura que mira fuera del cuadro, como
si no perteneciera a él, en la Segunda; Perughino es, sin lugar a dudas, el personaje también
ubicado hacia la derecha del cuadro que
mira al pintor, es decir a sí mismo.
Definitivamente, ambas pinturas muestran los mejor de cada
uno de sus autores y a su vez aúnan en sí mismas la magnificencia del conjunto
al cual pertenecen.
JOSE BELLIDO DE LUNA,
Santiago, Abril 2017.
[1] Izquierda: Las Milicias Negras desfilando
bajo el Arco de Constantino, emitido en Italia 1935 durante el Gobierno de
Benito Mussolini. La sobrecarga de la estampilla era para financiar la
Institución.
Central: Arco de Constantino, serie emitida en Italia
en 1959, con motivo de las Olimpiadas de Roma de 1960.
Derecha: Sección del Friso Trajano del Arco de
Constantino. Serie emitida en Italia 1941, también durante la época de Mussolini,
con la sobrecarga para financiar a las Camisas Negras, sobrenombre con el cual eran
llamadas las tropas de choque del Dictador.