La popular
estampilla, universal y de uso cotidiano, nació en España a través de un real
decreto del 24 de octubre de 1849, que firmado por el conde de San Luis, ordenaba
la implantación del sello adhesivo como tasa de previo franqueo para la
correspondencia en España.
Dos meses más
tarde, el 1 de enero de 1850, aparecía la
primera serie de sellos españoles, compuesta de cinco valores, todos ellos con
la efigie de Isabel II, sin dentar, grabados por
Bartolomé Coromina e impresos en litografía, en la Fábrica Nacional del Sello.
Se iniciaba así
en España una notable reforma en el Correo.
Saludos,
Patricio Canessa