Joseph-Etienne Roulin, “el cartero”.
Van Gogh pudo conocerlo por el frecuente contacto
que tenía con él cuando su Theo le enviaba pinturas o Vincent remitía a su
hermano sus cuadros. La amistad entre los dos se veía favorecida, además, por
la proximidad de sus domicilios. El cartero vivía al norte de la casa del
pintor, en la calle Mont de Cordes nº 10, situada entre la Casa Amarilla y la
estación de ferrocarril. Frecuentaba el Café de la Gare, regido por el
matrimonio Ginoux (Joseph y Marie) donde Van Gogh estuvo alojado desde primeros
de Mayo a Septiembre de 1888. Por tanto el Café era un punto de frecuentes
encuentros.
En una carta a su hermano Theo escribía (1888):
ocupado en un
retrato de un
cartero con
uniforme azul oscuro y adornos amarillos.
Una cabeza parecida
a la de Sócrates,
casi sin nariz, frente alta, calvo, pequeños ojos grises, mejillas regordetas de un rojo brillante,
una gran barba y largas orejas.
Este hombre es un ardiente republicano
y socialista, razona muy bien y sabe muchas cosas”.
Juan Manuel Roca, poeta Colombiano le dedica unos versos
“El cartero de Van Gogh no visita el vecindario
desde que recibió un telegrama de la muerte. Pero nos mira desde una sorda
eternidad.
El cartero, portador de alguna esquela que le
llevaba razones de la luz.
Como su sombrero, que siempre estuvo alumbrado por
el rojo candil de su cabello, fueron sus noches solares……………………….”
Saludos
Patricio Canessa