El
sello fue expuesto por última vez, en 1968 en la Exposición Filatélica Mundial, celebrada en
Praga.
Después de la caída del comunismo en la República Checa fue devuelto a
los descendientes del antiguo propietario del Museo Postal, de Praga. Estos
vendieron el sello al filatelista checo Ludvík Pytlícek.
En el contrato existía
una cláusula que prohibía exponerlo durante diez años.
"El sello fue
guardado durante todo ese tiempo en una caja fuerte y yo me sentía infeliz
porque no podía exponerlo", dijo Ludvík Pytlícek, agregando que
desconoce el motivo de la prohibición.
Vencido el plazo, no vaciló en exponerlo
al público.
El sello, de color
verde y el precio original de cuatro coronas, representa una verdadera rareza
filatélica, explicó Pytlícek.
"En 1918 surgió
el Estado Checoslovaco independiente y comenzó a emitir nuevos sellos. Pero sus
cantidades eran al inicio insuficientes. Por ello se recurrió a la sobrecarga
de una serie limitada de antiguos sellos austríacos. Los sellos llevaron la
inscripción "Correos Checoslovacos 1919".
De esta serie se ha
conservado un único sello, el que posee Ludvík Pytlícek.
Además, la sobrecarga
está puesta al revés, lo que hace el sello aún más valioso.
El filatelista
rechazó revelar el precio que pagó por el sello. Apuntó tan solo que tuvo que
vender otros sellos valiosos de sus colecciones para adquirir la
correspondiente suma. El sello está asegurado en un banco londinense por 10
millones de coronas, unos 330 mil euros.
Ludvík Pytlícek es
miembro del más prestigioso club filatélico del mundo, el Club Monte Carlo de
l' Elité de la Philatelie.
Saludos
Patricio Canessa