viernes, 27 de febrero de 2015

Acerca de la historia de los sellos

Con respecto a lo señalado a mediados de Febrero respecto a la invención de los sellos, donde se afirma que el inventor podría ser el ciudadano escoses James Chalmers, y no Rowland Hill, conviene darle un contexto histórico al tema, ya que en general se acepta que Hill fue el inventor de la primera estampilla, pero se deja de lado lo mas importante, que fue el hecho de que lo que Hill propuso y para lo que fue contratado no tenía que ver inicialmente con inventar la primera estampilla si no que el objetivo era procurar un despacho de la correspondencia que eliminara abusos y resultara eficiente, económica y rápida. Las tarifas eran muy altas y solo podían ser pagadas por la gente rica y los comerciantes. Por ejemplo hay un dibujo satírico que se publicó a principios del 1800 y que fue reproducido por la revista "The Philatelist" donde se muestra una diligencia cargada con miles de cosas, desde documentos oficiales hasta un atado de ropa para lavar, todo con franqueo libre, y junto al conductor un pequeño saco con la correspondencia que había pagado la tarifa abusiva que cobraba la "central de postas", lo que en realidad reflejaba la realidad de que la mayoría de la correspondencia era enviada por funcionarios de la corona, y que estaban libres de pago, es decir franqueo  libre. En resumen existía un clamor popular por bajar las tarifas postales, en que hasta políticos utilizaban ese argumento como proclama de campaña, se imaginan hoy en día a nuestros honorables diputados pidiendo que la tarifa de correos por una carta simple baje a $200 por ejemplo!!, el diario Thunderer de Londres, posteriormente se llamaría, el Times, conocido por todos, editorializaba que la baja de las tarifas postales "podía ser denominada la causa de toda la población del Reino Unido"
Es en ese ambiente que se entiende el proyecto de Rowland Hill, que en 1837 publicó un folleto con el titulo de "Reforma a la oficina postal; su importancia y practicabilidad", otro día podemos referirnos al pasado de Hill, que es otra historia, pero lo que propuso Hill estaba en el tapete como un tema de primera importancia. Para no aburrirlos, solo unos datos adicionales: el nombre de Chalmers era Patrick y no James, y no participó en ninguna etapa de este proyecto. Lo segundo es que una carta común costaba casi un Shilling, una locura para la época, y tercero que en un principio el Departamento del Tesoro llamó a un concurso internacional para diseñar la primera estampilla, con un premio de 100 libras, fue tal el éxito que se presentaron mas de 3000 bocetos e ideas, sin embargo solo 4  fueron considerados como dignos de cumplir ese cometido. Pero Hill se opuso, ya tenía una idea entre manos....., eso lo dejamos para otra crónica.   


Cristian Mouat Croxatto