domingo, 19 de junio de 2016

Emisión ilegal


Las emisiones ilegales son sellos fraudulentos impresos por particulares con el propósito de venderlos a los coleccionistas, haciéndolos pasar por sellos legítimos. Se han detectado fabricantes de este tipo de emisiones, que operan desde Lituania, China, Estados Unidos y Holanda, entre otros, que inundan el mercado filatélico con estas verdaderas "emisiones basura".
Normalmente son series vistosas de sellos temáticos de gran formato y hojitas blocks multicolores. Abundan los sellos con imágenes de artistas de cine, músicos y cantantes de moda, autos deportivos, etc.
Son sellos ilegales:
Los sellos con nombres de países reales (Ruanda, Mozambique, Burkina Faso, Mali, San Vicente, etc.) que no han sido emitidos por ellos, ni con su autorización. Quienes producen estos sellos los distribuyen a través del comercio filatélico establecido e internet. La UPU ha recibido numerosas denuncias de las administraciones postales afectadas, las cuales además del perjuicio económico que esto les causa, se quejan de la desacreditación que su filatelia ha sufrido.
Sellos con nombre de territorios, provincias o regiones geográficas existentes, pero que no tienen autonomía postal, ni política, ni están adscritas a la UPU. Hay innumerables emisiones de este tipo con nombres de territorios rusos o de localidades de la ex-Europa oriental.
Sellos de territorios ficticios o inventados. Hay varios con el agregado "island" al nombre del país, para hacerlos parecer provenientes de regiones insulares polinésicas. Otros llevan inscripciones en árabe de emiratos que no existen. Los nombres de estos países fantasmas no figuran en los mapas.
Todas estas emisiones están vetadas por la FIP y no son toleradas en exposiciones filatélicas que cuenten con su patrocinio. Del mismo modo, las grandes editoras de catálogos, como Stanley Gibbons, Scott, Michel, Yvert-Tellier no los incluyen.
Este tipo de sellos afecta directamente a la filatelia, pues quienes confiadamente los adquieren, tarde o temprano descubren su nulo valor filatélico y comercial, extrapolando su decepción y resentimiento al resto de los sellos.

Saludos
Patricio Canessa